De princesa a guerrera

De niña, siempre creí en monstruos, fantasías y
cuentos de hadas.
Imaginé ser una doncella a la cual rescataban, cuya magia y esplendor, los problemas auyentaban.
Al ver que el mundo no era color rosa, corrí y volé, como una indefensa mariposa.
El tiempo cambió mi destino, trajo luchas y guerras en mi camino.
Finalmente encontré lo que me faltaba, eran más que cuentos, más que batallas, busqué siempre ser aceptada cuando era yo misma tal vez, quien me rechazaba.
A partir de ese día fui una persona nueva, aprendí a amarme tal y como era, y por eso ahora me expreso de esta manera.
¡que orgullosa estoy de ser yo!